DÍA MUNDIAL CONTRA LA MINERÍA A CIELO ABIERTO
22 DE JULIO 2011
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La minería a cielo abierto es vorazmente destructora, el daño que provoca es irreversible y permanente, consiste en la voladura de montañas, grandes superficies de territorio y subsuelo con miles de toneladas de explosivos. Se utiliza principalmente para la extracción de metales preciosos, en zonas donde su presencia es dispersa, incluso a razón de medio gramo de oro por cada tonelada de roca. La única posibilidad de acceder a estas mínimas concentraciones de mineral es mediante la destrucción total del territorio a partir de tajos a cielo abierto. El material triturado con explosivos es sometido a procesos químicos como la lixiviación con cianuro, que requiere millones de litros de agua pura al día (en Cerro de San Pedro, por ejemplo, Minera San Xavier utiliza 32 millones de litros de agua al día mezclados con 16 toneladas de cianuro, esto es, en una hora esta mina consume el agua que utiliza una familia durante 10 años).
El impacto sobre mantos freáticos y fuentes de agua es severo, no sólo por la sobreexplotación sino también por su contaminación con metales pesados, provocando enfermedades crónico degenerativas que llevan a la muerte. La minería a cielo abierto genera miles de millones de toneladas de desechos de material estéril que es depositado sobre miles de hectáreas a la redonda de los tajos, acidificando la tierra y dejándola improductiva de forma permanente. La pérdida de biodiversidad también es irreversible, así como la modificación agresiva de los paisajes y sus cauces hídricos.
A partir de los años 90’s se modificaron las leyes en casi toda América para dar paso a este tipo de extracción de minerales preciosos y facilitar la obtención de concesiones a empresas trasnacionales, principalmente canadienses, negocios de unos cuantos que solo dejan a su paso un terrible saldo de destrucción de patrimonio ambiental e histórico para los pobladores actuales y para las futuras generaciones. Los pasivos ambientales, la destrucción de territorio, la división de las comunidades, la pérdida de soberanía e independencia, así como los daños jurídicos son parte del enorme precio que pagan nuestros países por permitir este tipo de minería, misma que resulta increíblemente barata para las corporaciones mineras, pues generan un mínimo de empleos y los costos de producción del metal precioso son muy bajos en la actualidad.
Este tipo de proyectos mineros depende de una red internacional de corrupción que permite la compra de voluntades políticas, de jueces, de poblaciones en situaciones de miseria e incluso de gobiernos enteros. Cualquier procedimiento jurídico que sigan las comunidades para defender sus territorios de la amenaza de la minería a cielo abierto se ve rebasado por la imposición ilegal que los poderes fácticos hacen de dichos negocios depredadores, mismos que se presentan como ofertas de progreso y desarrollo. El caso de la canadiense New Gold-Minera San Xavier en Cerro de San Pedro es paradigmático: después de que la sociedad civil ganó la anulación jurídica del proyecto, la empresa, con apoyo de todos los niveles de gobierno, decidió imponer su proyecto violando las leyes nacionales, pisoteando la soberanía de nuestro país y comprando impunidad con sus aliados político-empresariales.
Los pueblos nos encontramos totalmente indefensos ante estas mafias internacionales, porque a pesar de los múltiples daños que provocan, también logran penetrar entre los pobladores y aprovechándose de la pobreza e ignorancia, logran dividir a los pueblos, generando graves conflictos internos. Actualmente en México hay alrededor de 22 mil concesiones de exploración y más de 850 proyectos mineros de tajo a cielo abierto, lo que representa la entrega del 20% del territorio nacional. Esta nueva fiebre del oro y su método depredador asociado se encuentra ya en todos los países del hemisferio sur, tanto en América Latina, África y Asia
Por lo anterior:
Convocamos a participar en la defensa de la tierra y el agua, de la soberanía de nuestros países y del patrimonio de las futuras generaciones, llevando a cabo acciones que manifiesten la oposición a este tipo de minería.
· Favor de enviar fotografías de las acciones que realicen en otros lugares al correo cspfao@gmail.com, para su amplia difusión.
En la ciudad de México haremos un plantón en el Ángel de la Independencia el viernes 22 de julio a las 17:00 hrs, (lleven mantas, carteles, paraguas e impermeables).
"¡Mientras nosotros apostamos por la vida, ellos apuestan por la muerte!"
Betty Cariño
¡El agua y la vida valen más que el oro!
Kolektivoazul/Frente Amplio Opositor a New Gold-Minera San Xavier
22 DE JULIO 2011
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La minería a cielo abierto es vorazmente destructora, el daño que provoca es irreversible y permanente, consiste en la voladura de montañas, grandes superficies de territorio y subsuelo con miles de toneladas de explosivos. Se utiliza principalmente para la extracción de metales preciosos, en zonas donde su presencia es dispersa, incluso a razón de medio gramo de oro por cada tonelada de roca. La única posibilidad de acceder a estas mínimas concentraciones de mineral es mediante la destrucción total del territorio a partir de tajos a cielo abierto. El material triturado con explosivos es sometido a procesos químicos como la lixiviación con cianuro, que requiere millones de litros de agua pura al día (en Cerro de San Pedro, por ejemplo, Minera San Xavier utiliza 32 millones de litros de agua al día mezclados con 16 toneladas de cianuro, esto es, en una hora esta mina consume el agua que utiliza una familia durante 10 años).
El impacto sobre mantos freáticos y fuentes de agua es severo, no sólo por la sobreexplotación sino también por su contaminación con metales pesados, provocando enfermedades crónico degenerativas que llevan a la muerte. La minería a cielo abierto genera miles de millones de toneladas de desechos de material estéril que es depositado sobre miles de hectáreas a la redonda de los tajos, acidificando la tierra y dejándola improductiva de forma permanente. La pérdida de biodiversidad también es irreversible, así como la modificación agresiva de los paisajes y sus cauces hídricos.
A partir de los años 90’s se modificaron las leyes en casi toda América para dar paso a este tipo de extracción de minerales preciosos y facilitar la obtención de concesiones a empresas trasnacionales, principalmente canadienses, negocios de unos cuantos que solo dejan a su paso un terrible saldo de destrucción de patrimonio ambiental e histórico para los pobladores actuales y para las futuras generaciones. Los pasivos ambientales, la destrucción de territorio, la división de las comunidades, la pérdida de soberanía e independencia, así como los daños jurídicos son parte del enorme precio que pagan nuestros países por permitir este tipo de minería, misma que resulta increíblemente barata para las corporaciones mineras, pues generan un mínimo de empleos y los costos de producción del metal precioso son muy bajos en la actualidad.
Este tipo de proyectos mineros depende de una red internacional de corrupción que permite la compra de voluntades políticas, de jueces, de poblaciones en situaciones de miseria e incluso de gobiernos enteros. Cualquier procedimiento jurídico que sigan las comunidades para defender sus territorios de la amenaza de la minería a cielo abierto se ve rebasado por la imposición ilegal que los poderes fácticos hacen de dichos negocios depredadores, mismos que se presentan como ofertas de progreso y desarrollo. El caso de la canadiense New Gold-Minera San Xavier en Cerro de San Pedro es paradigmático: después de que la sociedad civil ganó la anulación jurídica del proyecto, la empresa, con apoyo de todos los niveles de gobierno, decidió imponer su proyecto violando las leyes nacionales, pisoteando la soberanía de nuestro país y comprando impunidad con sus aliados político-empresariales.
Los pueblos nos encontramos totalmente indefensos ante estas mafias internacionales, porque a pesar de los múltiples daños que provocan, también logran penetrar entre los pobladores y aprovechándose de la pobreza e ignorancia, logran dividir a los pueblos, generando graves conflictos internos. Actualmente en México hay alrededor de 22 mil concesiones de exploración y más de 850 proyectos mineros de tajo a cielo abierto, lo que representa la entrega del 20% del territorio nacional. Esta nueva fiebre del oro y su método depredador asociado se encuentra ya en todos los países del hemisferio sur, tanto en América Latina, África y Asia
Por lo anterior:
Convocamos a participar en la defensa de la tierra y el agua, de la soberanía de nuestros países y del patrimonio de las futuras generaciones, llevando a cabo acciones que manifiesten la oposición a este tipo de minería.
· Favor de enviar fotografías de las acciones que realicen en otros lugares al correo cspfao@gmail.com, para su amplia difusión.
En la ciudad de México haremos un plantón en el Ángel de la Independencia el viernes 22 de julio a las 17:00 hrs, (lleven mantas, carteles, paraguas e impermeables).
"¡Mientras nosotros apostamos por la vida, ellos apuestan por la muerte!"
Betty Cariño
¡El agua y la vida valen más que el oro!
Kolektivoazul/Frente Amplio Opositor a New Gold-Minera San Xavier
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